El amor propio se ha convertido en un mantra. Y en un motivo continuo de consulta. ‘Tengo poca autoestima’ es el motivo por el que muchas personas acaban pidiendo ayuda. Nos dicen que debemos aprender a estar bien con nosotros mismos, a ser nuestra propia compañía, a no depender de nadie. Y aunque es cierto que la relación con uno mismo es fundamental, a veces lo que realmente necesitamos no es más autoafirmación, sino más conexión. No siempre es un problema de autoestima el motivo por el que estamos mal, sino un problema de falta de vínculo humano.
Vivimos en una época en la que se prioriza el crecimiento personal, pero nunca nos habíamos sentido tan solos. Algo estaremos haciendo mal. Nos enseñan a ser independientes, pero olvidamos que somos seres sociales, que nuestra esencia está en el vínculo, en la mirada del otro que nos valida, en el apoyo que nos sostiene.
No todo se soluciona con más autoamor (cómo odio el palabro). A veces lo que nos falta es sentir que pertenecemos, que somos parte de algo más grande que nosotros mismos. Necesitamos lugares donde podamos expresarnos libremente, ser escuchados y compartir lo que nos pesa sin temor a ser juzgados. No estamos hechos para vivir desconectados emocionalmente, sino para encontrar apoyo y sostén en los demás.
Nos han hecho creer que necesitar a otros es una debilidad, cuando en realidad es parte de nuestra naturaleza. El apoyo mutuo nos da fuerza, la conexión nos sana. No se trata de depender de los demás para ser felices, sino de entender que el bienestar también se construye en el encuentro con otros.
En ocasiones, la clave no está en amarnos más sino en permitirnos ser amados, acompañados y sostenidos. Aprender a pedir ayuda, a compartir lo que nos pesa, a abrirnos sin miedo es tan importante como fortalecer la autoestima. Porque la verdadera fortaleza no está en la autosuficiencia absoluta, sino en saber que no tenemos que enfrentarlo todo en soledad.
"...Porque la verdadera fortaleza no está en la autosuficiencia absoluta, sino en saber que no tenemos que enfrentarlo todo en soledad".
Leerte siempre es un placer, tu claridad siempre invita a la reflexión y motivación. Gracias por conectar e invitarme e invitarnos a descubrirnos y entendernos.
"No siempre es un problema de autoestima el motivo por el que estamos mal, sino un problema de falta de vínculo humano."
Y con esto, como que casi ya estaría todo dicho.